¡Nos estamos quedando sin árboles!
Por: Jesús Sesma
Ningún ser humano es eterno, así como ningún recurso es inagotable. La expansión de las ciudades, los asentamientos humanos, la tala clandestina y los procesos masivos de urbanización, entre otras cuestiones, están acabando con el arbolado, debido, en gran parte, al desconocimiento de la importancia que éste tiene en el ecosistema.
En 2010, la Ciudad de México tenía aproximadamente 40 mil 500 hectáreas de árboles de más de 5 metros de altura, que se extendían por el 25% de su territorio y, tan sólo en 2021, perdió más de 5.24 de ellas. Dos alcaldías, Tlalpan y Milpa Alta, concentraron el 54% de la pérdida de la cobertura arbórea registrada.
Sólo durante el sexenio pasado se perdieron cerca de 60 mil árboles, pues, aun cuando las autoridades autorizaron el retiro de 20 mil en toda la ciudad, se calcula que se retiraron otros 40 mil de manera clandestina o no reportada.
Una gran cantidad de árboles han sido destruidos por el surgimiento de proyectos inmobiliarios, sin considerar su gran relevancia para la biodiversidad y el medio ambiente, pues resultan fundamentales para dar asilo a muchas especies y mejorar la calidad del aire, ya que uno solo puede absorber hasta 150 kg de gases contaminantes por año. También son excelentes filtros para el polvo, la suciedad y el humo, y una ubicación estratégica del arbolado puede enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados, siendo un factor fundamental contra el calentamiento de la temperatura global.
Las investigaciones han demostrado que vivir cerca de espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental al disminuir la presión arterial alta y el estrés. Igualmente, la planificación de paisajes urbanos con árboles también puede aumentar el valor de una propiedad hasta en un 20% y atraer turismo y negocios.
Por una mejor calidad de vida, resulta necesario proteger de manera efectiva el arbolado urbano de la CDMX, es preciso establecer reglas claras y contundentes respecto a las competencias de las alcaldías para dictaminar, autorizar y sancionar la poda, el derribo o trasplante de árboles, y que lo anterior sea posible sólo en casos sumamente necesarios y mientras no se trate de obras y actividades (públicas o privadas) que requieran de una Autorización de Impacto Ambiental previa, pues para esos casos es preciso que la instancia acreditada para tomar la decisión sea la Secretaría de Medio Ambiente local.
Ello ayudaría a que las autoridades cumplan mejor con su trabajo, pero, además, a que la ciudadanía tenga más conciencia y participe activamente en la protección de estos importantes pulmones naturales.
Y es que garantizar la subsistencia de los cientos de ejemplares arbóreos con los que aún contamos los capitalinos depende, tanto del trabajo de las autoridades como de la conciencia y el interés de los ciudadanos por su conservación. Los intereses económicos y personales, la ignorancia, el descuido y la falta de interés no pueden estar por encima de la conservación de la naturaleza y de los servicios ambientales y los beneficios que nos brindan.
Pues, como dice el viejo proverbio: “Cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer”.
En el mundo hay aproximadamente 820 millones de personas que pasan hambre
Por: Manuel Talayero
En esta columna me gustaría abordar un tema fundamental: la seguridad alimentaria. Cuando hablamos de este concepto nos referimos a la disponibilidad de los alimentos, el acceso de las personas a ellos y un consumo nutricionalmente adecuado. Todo esto va relacionado al tema que toqué el mes pasado sobre el cambio climático, que ha generado la escasez de recursos hídricos y la degradación de los suelos y esto ha ocasionado una escasez en los alimentos a nivel mundial.
La inseguridad alimentaria, como es lógico, tiene efectos muy nocivos para la salud, especialmente entre los más pequeños. Desde la muerte por diarrea, la reducción del rendimiento escolar o los retrasos en el crecimiento.
Las cifras no son muy esperanzadoras:
Las principales causas de la inseguridad alimentaria son: la degradación de los suelos, escasez de agua, contaminación atmosférica, cambio climático, explosión demográfica.
En México, muchas familias viven en situaciones de subsistencia en las que ni siquiera pueden cubrir el coste de la canasta básica. Hablamos de familias que no consiguen satisfacer sus necesidades más elementales y luchan a diario para disponer de alimentos.
A pesar de que en la Ciudad de México contamos con programas como el de los comedores comunitarios, en el cual se ofrecen comidas completas y balanceadas a bajo costo o de forma gratuita, considero que no con suficientes y propongo que presentemos en el Congreso de la Ciudad de México, proyectos de desarrollo integral como:
- Bancos de semillas o microcréditos que fomente la economía campesina
- Programas de producción de alimentos para el autoconsumo
Los precios de los productos de la canasta básica cada vez suben más, debemos de tomar medidas urgentes para atender este tema, en el Partido Verde atendemos las causas protegiendo al medio ambiente y presentando propuestas que permitan dar solución inmediata a este gran problema.
Biodigestores con heces de mascotas: ahorro y salud
Por: Elvia Estrada
Poco hemos oído hablar sobre heces de mascotas, tutela responsable de mascotas, biodigestores y generación de energía. Bien, tratemos primero de definirlos:
Las heces de mascotas, de entrada, son el desecho orgánico expulsado por una mascota. Esto se vuelve importante si consideramos la enorme población que existe en la CDMX, que ronda en el millón y medio (según datos de 2016) y que expulsa en promedio al día unas 800 toneladas de excremento. Y esto solo si contamos a la población de perros. Además de eso, en México como país, se estima que 7 de cada 10 mascotas han sido abandonadas y/o viven en situación de calle. También, somos el país número 1 con animales callejeros a nivel Latinoamérica y el tercer lugar en maltrato animal. Estás cifras por sí solas son alarmantes.
De estos datos viene un segundo concepto: la tutela responsable, que no es más que la forma técnica de decir “ser un buen dueño o tutor” de una mascota. Aquí, no basta con tenerles cariño, es importante cuidar su salud, alimentación, comportamiento, tanto dentro de su entorno inmediato como en el exterior y con los demás, así como algo que últimamente ha sonado más: hacerlos parte de nuestra familia.
Saltándonos a otro tema, que de entrada parecería tiene poco que ver, están los biodigestores. Estos, pueden entenderse como un “contenedor sellado herméticamente al que entra estiércol, desperdicios de comida, rastrojos de siembra y materia orgánica, en general, y lo transforma en biofertilizante o biogás”. En pocas palabras: convierte a la basura en energía.
De este tema, podemos saltar a un asunto que cada vez toma mayor relevancia: la generación de energía. No podemos negar que escuchamos en las noticias que con ciertos movimientos políticos de Rusia y la guerra de Ucrania, Europa puede padecer este invierno una de sus mayores crisis energéticas de la historia. La austeridad llegó a este continente. Sin embargo, no es un asunto exclusivo de esta zona, pues el mundo entero atraviesa una importante crisis climática que impacta en temas como la generación de energía.
Ahora sí, ¿cómo podemos relacionar todo lo anterior? Pues bien, de una manera medianamente sencilla, debemos comenzar a utilizar las heces para generar energía y los biodigestores son la herramienta adecuada para ello. En el Verde creemos que es preferible que ese excremento sea utilizado, sin ignorar atender las causas que hacen que existan tantas mascotas abandonadas generando desperdicios en las calles, para generar energía, en lugar de que circule en el ambiente y deteriore nuestra salud.
En el Congreso de la Ciudad de México ya está la propuesta legislativa, por lo que es importante que las y los diputados comiencen a abordar este tema; desde nuestra trinchera como Partido Verde estamos comprometidos para seguir encontrando soluciones a este tipo de situaciones que son poco abordadas, pero muy necesarias para mejorar nuestra calidad de vida y asegurar el bienestar animal.
La deuda histórica con la población LGBT+ se tiene que pagar garantizando sus derechos
Por: Rodrigo Quijano
Hemos hablado de cómo podemos disminuir la discriminación familiar, laboral, también de los casos de violencia que viven las personas con alguna orientación sexual o identidad de género, pero es momento de hablar de uno de los principales derechos humanos de cualquier persona: el derecho humano a una vivienda adecuada.
La ONU hace mención que la vivienda es la base de la estabilidad y la seguridad de las personas, es el centro de nuestra vida social y emocional, es nuestro santuario en donde tenemos que vivir con dignidad; sin embargo, las personas lesbianas, gay, bisexuales, transexuales, transgénico y más, tienen el doble de riesgo de perder su hogar que la población en general, esto por el rechazo familiar.
En países como Canadá se estima que la población LGBT+ sin techo representa más del 25%, se estima que la mitad de estos jóvenes perdieron su hogar por prejuicios y violencia de su propia familia. En México no existe ningún censo para conocer con exactitud cuántos integrantes de la diversidad sexual viven en esta situación, es algo en lo que tenemos que trabajar junto con el gobierno local y federal.
Otro de los puntos importantes a mencionar son todas aquellas situaciones que una persona en situación de calle puede vivir, como es el abuso sexual, el consumo de drogas, alcohol y la inestabilidad social que los lleva a no poder tener un empleo digno, sufrir discriminación y mucho más.
Es por eso que desde la Secretaría de la Diversidad Sexual vamos a trabajar para impulsar en el Congreso de la Ciudad de México iniciativas, programas y estrategias que permitan e incentiven a asociaciones civiles a seguir abriendo albergues dirigidos especialmente para esta población disidente sexual que pueda tener una vivienda digna, pero, sobre todo, que pueda tener las herramientas necesarias para salir adelante y ser feliz.
El cáncer de mama puede ser curable en un 90% si se detecta a tiempo
Por: Neibi Alarcón
Quizá padecer cáncer de mama es uno de los mayores temores de todas las mujeres, nos aterra la idea de solo imaginar que podríamos ser diagnosticadas con esta terrible enfermedad cada que asistimos a revisiones de rutina, lo lamentable, es que no todas las mujeres pueden o realizan estas revisiones, ya sea por miedo o peor aún, por falta de acceso a este servicio.
En México se detectan cerca de 200 mil casos anuales de cáncer, de los cuales, 30 mil corresponden a nuevos casos, lo que representa un 29% de las malignidades en la mujer, de acuerdo al Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, coordinador médico de la Fundación Voluntarias contra el Cáncer A.C.
La solución, es el acceso al diagnóstico gratuito como primer paso, ya que de ser diagnosticada con esta enfermedad es necesario iniciar el tratamiento que incluye medicamentos oncológicos, estudios de laboratorio y quimios.
El problema radica que quienes no cuenten con el acceso al tratamiento gratuito, tendrán que pagar el servicio privado y su costo es muy elevado; pero las que no puedan pagarlo, sus posibilidades para salvar su vida se reducirán.
No podemos permitir que en nuestro país las mujeres que sobreviven al cáncer de mama a las que no, se deba a la falta de información, diagnóstico oportuno y tratamiento completo; los legisladores en el Partido Verde desde lo local hasta lo federal han promovido diversas leyes a fin de reducir al máximo el número de muertes por esta enfermedad que todas y todos tememos, entre las que destacan:
Prevención del embarazo en la adolescencia
Por: Anamile Martínez
Se le conoce como embarazo precoz a la gestación en jóvenes en proceso de pubertad o adolescencia, las edades comprendidas en el primer periodo en el caso de las niñas son desde los 9 años, mientras que en el varón inicia a los 11; en el caso de la segunda etapa, hasta los 15 años de edad.
Aunque podemos decir que esta es una agrupación de edades más específica, organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) abarcan el embarazo en adolescentes sin nombrar específicamente el periodo de pubertad, lo que lleva el rango de edades desde los 10 hasta los 19 años.
El embarazo en adolescentes es una de las temáticas más importantes cuando se discuten las variables que afectan los procesos sociales y culturales de las regiones, especialmente en aquellos países que están en vía de desarrollo o que tienen un bajo ingreso per cápita.
Esto debido a que los problemas de embarazos en adolescentes no solamente afectan la vida de las jóvenes que se ven sometidas a ello, sino que con ello suele prolongarse el círculo de pobreza, orfandad y falta de oportunidades.
Las investigaciones sobre embarazo en adolescentes refieren que buena parte de las jóvenes no reciben atención médica porque desconocen su estado, por lo tanto, ignoran los graves problemas de salud que podrían enfrentar tanto ellas como su bebé, entre los cuales tenemos:
Es por ello que en el Partido Verde por parte de la Secretaría de la Juventud, se ofrecen pláticas de métodos anticonceptivos, así como campañas de salud y prevención en las distintas alcaldías, el promover la prevención es preferible a atender la problemática de embarazo en adolescentes.